Cuando las palabras fallan: Encuentra el poema corto perfecto para cada emoción
A veces, las emociones nos superan. La alegría es tan grande que no cabe en una frase, la tristeza tan honda que no encuentra voz, o el amor tan inmenso que las palabras se quedan cortas. Es justo ahí, en esos momentos, cuando la poesía se convierte en un respiro, una forma de decir lo que llevamos dentro. Unos pocos versos bien elegidos pueden capturar sentimientos complejos y hacernos sentir comprendidos.
La poesía no es solo un montón de palabras bonitas; es una ventana para ver lo que nos pasa por dentro y conectar con los demás. Si hoy necesitas ese verso que hable por ti, aquí te dejo una selección de poemas cortos para distintos estados de ánimo.
Para el amor y el romance
Cuando el amor nos golpea, todo gira alrededor de esa persona. Luis Cernuda lo expresa de maravilla en «Contigo», donde el ser amado es, literalmente, el centro de todo.
«Contigo» de Luis Cernuda
¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.
¿Mi gente?
Mi gente eres tú.
El destierro y la muerte
para mí están adonde
no estés tú.
¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?
Y para esos momentos en que te preguntas qué es la poesía, Bécquer, el poeta del amor por excelencia, encuentra la respuesta en una mirada.
«Rima XXI» de Gustavo Adolfo Bécquer
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía… eres tú.
Para la esperanza y los nuevos comienzos
Cuando todo se pone cuesta arriba, la esperanza es lo que nos empuja a seguir, a creer que lo mejor está por llegar. Aunque el camino se vea oscuro, siempre hay una razón para no rendirse. Antonio Machado captura esa tensión entre la tristeza del presente y la fe en que el futuro traerá algo más.
«Dice la esperanza» de Antonio Machado
Dice la esperanza: un día
la verás, si bien esperas.
Dice la desesperanza:
sólo tu amargura es ella.
Late, corazón… No todo
se lo ha tragado la tierra.
Para la resiliencia y la fortaleza
La vida, a veces, nos pone a prueba, y de pronto necesitamos esa chispa de fuerza para seguir. Para esos momentos en que necesitamos levantarnos, recordar que somos capaces de encontrar el coraje incluso cuando todo parece ir mal, la poesía tiene las palabras.
«El orgullo del tercer mundo» (fragmento) de Juan Fernández Vicente
Allí donde el oro no haga montañas de fortuna,
el orgullo del tercer mundo pondrá el grito en el cielo
y la vida a resguardo.
Y los países sometidos se levantarán juntos
de las caídas inoportunas…
Para el desamor y la melancolía
El desamor duele. Y mucho. Cuando el corazón está roto, encontrar palabras para esa tristeza es un primer paso para empezar a curar. Nadie como Pablo Neruda, en su «Poema XX», para hablar de la melancolía de un recuerdo y la ausencia que deja la persona amada.
«Poema XX» (fragmento) de Pablo Neruda
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Y cuando la despedida es inevitable, pero el sentimiento no se va, José Ángel Buesa captura ese momento agridulce en un poema que muchos usan para decir adiós.
«El poema de la despedida» (fragmento) de José Ángel Buesa
Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.No sé si me quisiste… No sé si te quería…
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
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