Autor: Isabel Mejia

  • 15 chistes cortos para niños

    ¡A reír se ha dicho! 15 chistes cortitos para chicos (y grandes también)

    ¿A quién no se le escapa una buena carcajada? Contar chistes es una forma buenísima de pasarla bien, levantar el ánimo y compartir un rato de risas con la familia o los amigos. Y si hay algo que les encanta a los niños, ¡son los chistes!

    Así que, para que no falten las sonrisas, armamos esta lista. Empezamos con chistes de fútbol y seguimos con otros temas para que la diversión no pare ni un segundo.

    ¡Chistes de fútbol para morirse de risa!

    Aquí te van 5 chistes facilísimos de fútbol, ¡hasta el más pequeño los va a entender!

    1. Un niño llega corriendo a casa después del partido, todo emocionado, y le dice a su papá:
      —¡Papá, hoy jugué como nunca! ¡Metí tres goles!
      El papá, orgullosísimo, le pregunta:
      —¡No me digas! ¿Y cómo quedaron al final?
      —Perdimos 2-1. ¡Pero lo importante es participar!

    2. —Mi amor, ya estás enfermizamente metido en el fútbol, ¡me haces falta!
      —¿¡Falta!? ¿¡Qué dices!? ¡Si ni siquiera te toqué! ¡El árbitro no vio nada!

    3. Había un futbolista que era pésimo, pero de verdad muy malo. Tanto así, que un día metió un gol de chiripa, ¡y cuando pasaron la repetición, lo volvió a fallar!

    4. ¿Qué le dice un balón de fútbol a su hijo?
      —¡No te portes mal o te voy a inflar a patadas!

    5. El entrenador le dice a un jugador antes de salir a la cancha:
      —A ver, mijo, hoy juegue como nunca lo ha hecho.
      Y el jugador le responde:
      —Uf, entrenador, si juego como siempre, ¡nos meten una goleada!

    ¡Chistes de animales para un safari de carcajadas!

    Los animales también dan mucho juego para contar chistes. ¡Aquí te van otros 5!

    1. ¿Qué le dice un pez a otro?
      —¿Qué tranza?

    2. ¿Qué le dice un gusano a otro?
      —Nos echamos una vuelta a la manzana. ¡Pero rapidito!

    3. Estaban dos piojos tranquilos en la cabeza de un señor que ya no tenía pelo. Uno de los piojos le dice al otro:
      —Mejor vámonos de aquí, ¡ya pavimentaron!

    4. ¿Qué hace una abeja en el gimnasio?
      —¡Spinning! Bueno, algo parecido…

    5. ¿Por qué las cigüeñas duermen con una pata levantada?
      —Porque si levantan las dos, ¡se van de boca!

    ¡Chistes de colmos para rematar con risas!

    Los chistes de colmos son un clásico que nunca falla para hacer reír a los niños con situaciones exageradas y súper chistosas.

    1. ¿Cuál es el colmo de un jardinero?
      Que su novia lo mande a volar.

    2. ¿Cuál es el colmo de una escoba?
      Que no pueda ver el polvo ni en pintura.

    3. ¿Cuál es el colmo de un electricista?
      Que su esposa se llame Luz, sus hijos le sigan la corriente ¡y el perro se llame «Chispita»!

    4. ¿Cuál es el colmo de un calvo?
      Que se le escape una idea… ¡y no tenga cómo peinarla!

    5. ¿Cuál es el colmo de los colmos?
      Que un mudo le cuente a un sordo que un ciego los está mirando con lupa. ¡Imposible!

  • 10 trabalenguas para niños

    10 Trabalenguas para Niños: ¡A Reír y Soltar la Lengua!

    Los trabalenguas son una joya para jugar con el lenguaje. Estas frases llenas de rimas y sonidos parecidos son buenísimas para que los niños aprendan a hablar mejor. No solo hacen reír y pasarla bien en familia, ¡también afinan la dicción, entrenan la memoria y agilizan la mente!

    Meterse al mundo de los trabalenguas es una forma súper divertida de que los peques aprendan palabras nuevas y pronuncien mejor, casi sin darse cuenta. Es como un juego donde se retan a sí mismos y aprenden a tener paciencia, mientras que los músculos de la boca se hacen más fuertes para hablar más claro.

    Aquí tienes 10 trabalenguas elegidos especialmente para empezar, desde los más fáciles para los que apenas están aprendiendo, hasta algunos más difíciles para los que quieren un buen desafío.

    Trabalenguas para calentar motores

    1. Pepe Pecas
    Un clásico que no falla, ¡perfecto para practicar la «p»!

    Pepe Pecas pica papas con un pico, con un pico pica papas Pepe Pecas.

    2. El hipopótamo Hipo
    Este es muy fácil para los más pequeños, porque se repite mucho.

    El hipopótamo Hipo está con hipo. ¿Quién le quita el hipo al hipopótamo Hipo?

    3. Poquito a poquito
    Un juego para reírse un rato mientras practican cómo suenan juntas la «p» y la «q».

    Poquito a poquito, Paquito empaca copitos en pocos paquetes.

    4. El perro de San Roque
    Un trabalenguas muy conocido que se enfoca en el sonido fuerte de la «r».

    El perro de San Roque no tiene rabo porque Ramón Ramírez se lo ha robado.

    5. Lado, ledo, lido…
    Con este juego de palabras practican las vocales y se ponen las pilas para cambiar rápido de un sonido a otro.

    Lado, ledo, lido, lodo, ludo, decirlo al revés lo dudo. Ludo, lodo, lido, ledo, lado, ¡qué trabajo me ha costado!

    ¡A darle más fuerte!

    6. Tres tristes tigres
    Otro clásico que pone a prueba qué tan rápido y bien pronuncian la «t» y la «r».

    Tres tristes tigres tragaban trigo en un trigal.

    7. Pancha plancha
    Este es un reto que juega con repetir los sonidos «pl» y «ch».

    Pancha plancha con cuatro planchas. ¿Con cuántas planchas plancha Pancha?

    8. Contando cuentos
    Con este trabalenguas aprenden a escuchar la diferencia entre «cue» y «cua».

    Cuando cuentes cuentos, cuenta cuántos cuentos cuentas, porque si no cuentas cuántos cuentos cuentas, nunca sabrás cuántos cuentos sabes contar.

    9. El cielo está enladrillado
    Este es más largo, así que hay que concentrarse para no atorarse con la «dr» y la «ll».

    El cielo está enladrillado, ¿quién lo desenladrillará? El desenladrillador que lo desenladrille, buen desenladrillador será.

    10. El arzobispo de Constantinopla
    Este es para los que ya son expertos. ¡Es famoso por lo difícil que es!

    El arzobispo de Constantinopla se quiere desconstantinopolizar. El desconstantinopolizador que lo desconstantinopolice, buen desconstantinopolizador será.

    Lo mejor de los trabalenguas es que son pura diversión. Empiecen despacio, díganlos en voz alta y, lo más importante, ¡ríete mucho cada vez que lo intenten!

  • 8 poemas cortos para niños

    La poesía abre las puertas de la imaginación y nos invita a jugar con las palabras. Para los niños, los poemas cortos son una forma excelente de descubrir la musicalidad del lenguaje, las rimas y, por supuesto, vocabulario nuevo. Aquí tienes ocho poemas breves, perfectos para leer juntos, aprender de memoria y disfrutar.

    Poemas para Despertar la Imaginación

    Estos poemas fueron seleccionados por ser sencillos y encantadores, pensados para los más pequeños. Son obras de poetas que dedicaron parte de su talento a escribir para niños.

    1. «Todo está en su sitio» de Gloria Fuertes

    El sol en el cielo,
    el pez en el mar,
    el pájaro en el nido,
    el niño a jugar.
    El gato en la casa,
    el perro en el portal,
    la flor en el campo,
    y el campo en paz.

    Este poema le muestra a los niños, de forma musical, cómo cada cosa tiene su lugar en el mundo. Gloria Fuertes sabía cómo conectar con el corazón de los niños a través de sus palabras.

    2. «El lagarto está llorando» de Federico García Lorca

    El lagarto está llorando.
    La lagarta está llorando.
    El lagarto y la lagarta
    con delantalitos blancos.
    Han perdido sin querer
    su anillo de desposados.
    ¡Ay, su anillito de plomo,
    ay, su anillito plomado!

    Lorca, a través de personajes animales, nos cuenta una historia dulce y un poco melancólica que captura la imaginación de los niños.

    3. «La rosa blanca» de José Martí

    Cultivo una rosa blanca
    en junio como en enero
    para el amigo sincero
    que me da su mano franca.
    Y para el cruel que me arranca
    el corazón con que vivo,
    cardo ni ortiga cultivo;
    cultivo la rosa blanca.

    Este poema transmite a los niños valores importantes como la amistad y el perdón, usando un lenguaje claro y directo.

    4. «Mariposa del aire» de Federico García Lorca

    Mariposa del aire,
    ¡qué hermosa eres!
    Mariposa del aire,
    dorada y verde.
    Luz de candil…
    Mariposa del aire,
    ¡quédate ahí, ahí, ahí!…

    Estos versos capturan la belleza fugaz de una mariposa, invitándonos a maravillarnos con las pequeñas cosas.

    5. «Meciendo» de Gabriela Mistral

    El mar sus millares de olas
    mece, divino.
    Oyendo a los mares amantes,
    mezo a mi niño.
    El viento errabundo en la noche
    mece los trigos.
    Oyendo a los vientos amantes,
    mezo a mi niño.

    Esta nana convertida en poema tiene un ritmo suave que transmite paz y ternura, ideal para leer antes de dormir.

    6. «Canción tonta» de Federico García Lorca

    Mamá,
    yo quiero ser de plata.
    Hijo,
    tendrás mucho frío.
    Mamá,
    yo quiero ser de agua.
    Hijo,
    tendrás mucho frío.
    Mamá,
    bórdame en tu almohada.
    ¡Eso sí!
    ¡Ahora mismo!

    Un diálogo divertido y lleno de imaginación entre una madre y su hijo, que celebra la creatividad de los niños.

    7. «Los ratones» de Lope de Vega

    Juntáronse los ratones
    para librarse del gato;
    y después de largo rato
    de disputas y opiniones,
    dijeron que acertarían
    en ponerle un cascabel,
    que andando el gato con él,
    librarse mejor podrían.

    Este fragmento de una fábula nos enseña que no es lo mismo tener una buena idea que ponerla en práctica.

    8. «¡Buen viaje!» de Amado Nervo

    Con la mitad de un periódico
    hice un buque de papel,
    en la fuente de mi casa
    va navegando muy bien.
    Mi hermana con su abanico
    sopla que sopla sobre él.
    ¡Muy buen viaje, muy buen viaje,
    buquecito de papel!

    Este poema es una celebración de la creatividad y el poder del juego. Nos muestra cómo un objeto simple puede transformarse en una gran aventura.