Seguro te ha pasado: abres Netflix o cualquier otra plataforma y te avientas media hora haciendo scroll sin elegir nada. Al final, por puro cansancio, terminas viendo un capítulo repetido de una serie que ya te sabes de memoria. Para romper ese ciclo, aquí te dejamos cinco recomendaciones que no fallan. No son «clases de cine» aburridas, son historias que de verdad te atrapan y te dejan pensando en ellas varios días después de que terminan.
El Padrino (The Godfather)
Muchos cinéfilos le sacan la vuelta a los clásicos porque piensan que van a ser lentos o pesados, pero la historia de los Corleone es, básicamente, un chisme familiar de proporciones épicas.
- Director: Francis Ford Coppola
- De qué trata: Michael Corleone es el hijo que no quería entrarle al negocio de su papá, que resulta ser el jefe de la mafia más pesado de Nueva York. La película nos muestra cómo, poco a poco, Michael se va corrompiendo para proteger a los suyos. Es una historia cruda sobre la lealtad y cómo el poder puede transformar a cualquiera en un monstruo. Si crees que las películas de mafiosos son puras balaceras, esta te va a cerrar la boca con su tensión constante.
El Viaje de Chihiro (Spirited Away)
Olvida esa idea de que las caricaturas son solo para niños. Studio Ghibli creó un mundo donde las reglas de la lógica no aplican y el resultado es fascinante.
- Director: Hayao Miyazaki
- De qué trata: Chihiro es una niña de diez años que termina atrapada en un balneario para dioses y espíritus después de que sus papás se convierten en cerdos por glotones. Para rescatarlos, tiene que trabajar para una bruja y aprender a sobrevivir en un lugar donde todo parece sacado de una pesadilla hermosa. No hay villanos de Disney aquí; hay personajes complejos y una animación que te hace sentir que estás soñando despierto.
Tiempos Violentos (Pulp Fiction)
Esta es la película que puso de moda hablar de cosas banales —como qué le ponen a las papas fritas en Europa— justo antes de cometer un crimen. Es el sello de Tarantino en su máxima expresión.
- Director: Quentin Tarantino
- De qué trata: Imagina un rompecabezas de historias que se cruzan: dos sicarios con crisis existenciales, un boxeador que se niega a perder una pelea arreglada y una cena que termina en un asalto. Lo mejor no es solo lo que pasa, sino el ritmo que tiene. Los diálogos son rápidos, la música es perfecta y la estructura desordenada hace que no puedas despegar el ojo de la pantalla ni un segundo.
Parásitos (Parasite)
Corea del Sur sacudió al mundo con este guion que te lleva de la risa a la angustia en cuestión de minutos. Es de esas películas que te dejan con ganas de revisar si no hay nadie escondido en tu sótano.
- Director: Bong Joon-ho
- De qué trata: La familia Kim vive en un semisótano, robando wifi y armando cajas de pizza para sobrevivir. Con puras mentiras, logran infiltrarse en la casa de los Park, una familia millonaria que no tiene idea de quiénes son sus nuevos empleados. Lo que empieza como una estafa muy ingeniosa se va torciendo hasta convertirse en algo mucho más oscuro que evidencia las diferencias de clase de una forma brutal.
Roma
Para cerrar, un título que nos toca de cerca. Alfonso Cuarón no solo grabó una película, sino que reconstruyó la Ciudad de México de los 70 con una precisión que asusta.
- Director: Alfonso Cuarón
- De qué trata: La cámara sigue a Cleo, una empleada doméstica que cuida a una familia de clase media en la colonia Roma. Mientras ella lidia con sus propios problemas personales, el país atraviesa momentos violentos, como el Halconazo. Es una película silenciosa, en blanco y negro, que se siente muy íntima. No busca el drama fácil, sino mostrar la vida tal cual es: con sus rutinas, sus penas y sus momentos de cariño genuino.
Si este fin de semana no sabes qué poner, dale una oportunidad a cualquiera de estas. Solo prepara la botana y apaga el celular, porque estas historias sí valen la pena.
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