Poemas cortos de amor: Encuentra las palabras perfectas para expresar tus sentimientos
¿Alguna vez el amor te ha dejado sin palabras? Quieres decir mucho, pero sientes que nada es suficiente para describir lo que llevas dentro. Es ahí donde la poesía se vuelve tu mejor cómplice. Unos pocos versos bien elegidos pueden decir eso que te cuesta tanto expresar, ese cariño que te brota del alma.
Si buscas cómo ponerle nombre a lo que sientes, aquí tienes 33 poemas cortos de amor de autores reconocidos. Son frases directas para esos momentos en que el amor es tan grande que no cabe en palabras.
Para un amor que lo es todo
Hay amores que se sienten como llegar a casa, un refugio seguro. Estos versos capturan la sensación de tenerlo todo, de una compañía sin límites.
- «Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos» – Julio Cortázar. Para esos amores que se sienten como cosa del destino.
- «Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos» – Pablo Neruda. Una metáfora perfecta para un amor que te hace florecer.
- «Te quiero sin mirar atrás» – Mario Benedetti. Para un amor presente, decidido y sin dudas.
- «Si la esmeralda se opacara, si el oro perdiera su color, entonces, se acabaría nuestro amor» – Mario Benedetti. Una forma de decir que tu amor va más allá de lo material.
- «Te quiero como para llevarte a mis lugares favoritos y contarte que es ahí donde me siento a pensar en ti» – Jaime Sabines. Para cuando el amor se mezcla con todos los rincones de tu vida.
- «Amo el trozo de tierra que tú eres, porque de las praderas planetarias otra estrella no tengo» – Pablo Neruda. Para expresar que esa persona es tu universo entero.
- «En un beso, sabrás todo lo que he callado» – Pablo Neruda. Cuando un gesto dice más que mil palabras.
- «Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos» – Julio Cortázar. Describe la naturaleza inevitable y arrolladora del amor.
- «Te quiero por tu mirada que mira y siembra futuro» – Mario Benedetti. Ideal para una relación llena de esperanza y proyectos.
- «Mi táctica es quedarme en tu recuerdo no sé cómo ni sé con qué pretexto pero quedarme en vos» – Mario Benedetti. Sobre el deseo de dejar una huella imborrable.
- «Amor mío, mi amor, amor hallado de pronto en la ostra de la muerte» – Jaime Sabines. Para un amor que se siente como un tesoro encontrado en medio de la vida.
Para la pasión y el deseo
Estos poemas hablan de esa intensidad que quema, de la urgencia del deseo y de la chispa que lo enciende todo.
- «Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo; por un beso… ¡Yo no sé qué te diera por un beso!» – Gustavo Adolfo Bécquer. El clásico para expresar un deseo infinito.
- «Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos, te pareces al mundo en tu actitud de entrega» – Pablo Neruda. Un verso cargado de admiración y pasión por la figura amada.
- «Hay besos que pronuncian por sí solos la sentencia de amor condenatoria» – Gabriela Mistral. Para ese beso que lo cambia todo y sella un destino.
- «Quiero comer contigo, estar, amar contigo, quiero tocarte, verte» – Jaime Sabines. Expresa un deseo simple y a la vez total de compartir la existencia.
- «No es que muera de amor, muero de ti» – Jaime Sabines. Para un sentimiento que va más allá de amar, es una necesidad vital.
- «Yo soy ardiente, yo soy morena, yo soy el símbolo de la pasión» – Gustavo Adolfo Bécquer. Unos versos para un amor de fuego, lleno de vida y sin tapujos.
- «Mi deseo de ti fue el más terrible y corto, el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido» – Pablo Neruda. Captura la fuerza de un deseo incontenible.
- «Por tus ojos verdes yo me perdería» – Amado Nervo. La fascinación total contenida en una mirada.
- «Tus ojos son mi conjuro contra la mala jornada» – Mario Benedetti. Perfecto para decirle a alguien que su sola presencia mejora tu día.
- «Mueran de celos los ángeles, que en vano se oponen a nuestro amor» – Edgar Allan Poe. Un toque rebelde para un amor que desafía todo.
Para el amor en su esencia más pura
A veces el amor es sencillo, directo, y vive en los pequeños detalles. Estos poemas lo demuestran.
- «Dame la mano y danzaremos; dame la mano y me amarás. Como una sola flor seremos, como una flor, y nada más» – Gabriela Mistral. Una imagen de unidad y sencillez en el amor.
- «Me gustas cuando callas porque estás como ausente» – Pablo Neruda. Para un amor que entiende y aprecia incluso los silencios compartidos.
- «Si me quieres, quiéreme entera, no por zonas de luz o sombra… ¡Quiéreme toda… O no me quieras!» – Dulce María Loynaz. Una declaración de principios para un amor sin condiciones.
- «Hoy la tierra y los cielos me sonríen; hoy llega al fondo de mi alma el sol; hoy la he visto… la he visto y me ha mirado… ¡Hoy creo en Dios!» – Gustavo Adolfo Bécquer. La euforia de un encuentro que renueva la fe en la vida.
- «Dos cuerpos frente a frente son a veces dos olas y la noche es océano» – Octavio Paz. Para describir esa conexión indescifrable entre dos personas.
- «Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde» – Pablo Neruda. Para ese amor que simplemente es, sin explicaciones ni lógica.
- «A veces tengo ganas de ser cursi para decir: La amo a usted con locura» – Nicolás Guillén. Porque a veces el amor necesita expresarse sin miedo al ridículo.
- «Y aunque no siempre he entendido mis culpas y mis fracasos, en cambio sé que en tus brazos el mundo tiene sentido» – Mario Benedetti. Para cuando el amor es el único que pone el mundo en su lugar.
- «Podrá nublarse el sol eternamente; podrá secarse en un instante el mar; podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal. ¡Todo sucederá! Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón; pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu amor» – Gustavo Adolfo Bécquer. Para un amor que resiste lo que sea, un sentimiento que nada podrá apagar.
- «El amor, rodeado casi siempre por un antojo de olvido, avanza resuelto» – Francisco Hernández. Sobre la tenacidad del amor que sobrevive a todo.
- «Lo que necesito de ti es saber que me necesitas» – Mario Benedetti. Una forma directa de hablar de la reciprocidad en el cariño.
- «Velloncito de mi carne, que en mi entraña yo tejí, velloncito friolento, ¡duérmete apegado a mí!» – Gabriela Mistral. Aunque habla de amor maternal, describe una ternura y un apego que cualquiera puede sentir.
Ya sea que los susurres al oído, los escribas en una nota o te ayuden a entender mejor lo que sientes, estos versos pueden ser ese puente para conectar con la otra persona. Porque el amor, aunque a veces nos deje sin palabras, siempre busca cómo expresarse.
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