La poesía abre las puertas de la imaginación y nos invita a jugar con las palabras. Para los niños, los poemas cortos son una forma excelente de descubrir la musicalidad del lenguaje, las rimas y, por supuesto, vocabulario nuevo. Aquí tienes ocho poemas breves, perfectos para leer juntos, aprender de memoria y disfrutar.
Poemas para Despertar la Imaginación
Estos poemas fueron seleccionados por ser sencillos y encantadores, pensados para los más pequeños. Son obras de poetas que dedicaron parte de su talento a escribir para niños.
1. «Todo está en su sitio» de Gloria Fuertes
El sol en el cielo,
el pez en el mar,
el pájaro en el nido,
el niño a jugar.
El gato en la casa,
el perro en el portal,
la flor en el campo,
y el campo en paz.
Este poema le muestra a los niños, de forma musical, cómo cada cosa tiene su lugar en el mundo. Gloria Fuertes sabía cómo conectar con el corazón de los niños a través de sus palabras.
2. «El lagarto está llorando» de Federico García Lorca
El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.
El lagarto y la lagarta
con delantalitos blancos.
Han perdido sin querer
su anillo de desposados.
¡Ay, su anillito de plomo,
ay, su anillito plomado!
Lorca, a través de personajes animales, nos cuenta una historia dulce y un poco melancólica que captura la imaginación de los niños.
3. «La rosa blanca» de José Martí
Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.
Este poema transmite a los niños valores importantes como la amistad y el perdón, usando un lenguaje claro y directo.
4. «Mariposa del aire» de Federico García Lorca
Mariposa del aire,
¡qué hermosa eres!
Mariposa del aire,
dorada y verde.
Luz de candil…
Mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!…
Estos versos capturan la belleza fugaz de una mariposa, invitándonos a maravillarnos con las pequeñas cosas.
5. «Meciendo» de Gabriela Mistral
El mar sus millares de olas
mece, divino.
Oyendo a los mares amantes,
mezo a mi niño.
El viento errabundo en la noche
mece los trigos.
Oyendo a los vientos amantes,
mezo a mi niño.
Esta nana convertida en poema tiene un ritmo suave que transmite paz y ternura, ideal para leer antes de dormir.
6. «Canción tonta» de Federico García Lorca
Mamá,
yo quiero ser de plata.
Hijo,
tendrás mucho frío.
Mamá,
yo quiero ser de agua.
Hijo,
tendrás mucho frío.
Mamá,
bórdame en tu almohada.
¡Eso sí!
¡Ahora mismo!
Un diálogo divertido y lleno de imaginación entre una madre y su hijo, que celebra la creatividad de los niños.
7. «Los ratones» de Lope de Vega
Juntáronse los ratones
para librarse del gato;
y después de largo rato
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él,
librarse mejor podrían.
Este fragmento de una fábula nos enseña que no es lo mismo tener una buena idea que ponerla en práctica.
8. «¡Buen viaje!» de Amado Nervo
Con la mitad de un periódico
hice un buque de papel,
en la fuente de mi casa
va navegando muy bien.
Mi hermana con su abanico
sopla que sopla sobre él.
¡Muy buen viaje, muy buen viaje,
buquecito de papel!
Este poema es una celebración de la creatividad y el poder del juego. Nos muestra cómo un objeto simple puede transformarse en una gran aventura.
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